PREVENCIÓN DE LA MALNUTRICIÓN
La malnutrición es la deficiencia, el exceso y el desequilibrio en la ingesta calórica y nutricional de una persona. Existen cuatro tipos principales de malnutrición: la emaciación, el retraso del crecimiento, la insuficiencia ponderal y la carencia o exceso de micronutrientes; y el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación.
La ventana de
oportunidad para prevenir la desnutrición se da en los primeros mil días. Es decir,
durante el embarazo y los dos primeros años de vida. Los niños y sus madres
deben recibir todos los servicios de salud y nutrición, tener acceso a agua
potable y saneamiento, y vivir en un ambiente que promueva el cuidado y el
cariño.
En Ecuador, 1 de
cada 4 niños y niñas menores de 5 años sufre desnutrición crónica. La situación
es más grave para la niñez indígena: 1 de cada 2 niños la padece y 4 de cada 10
presentan anemia.
Además de afectar
a las personas que lo padecen, la desnutrición tiene un fuerte impacto en el
desarrollo económico y social de los países. En Ecuador, los gastos asociados a
la malnutrición representan el 4,3% del producto interno bruto (PIB)
ecuatoriano.
Por ello, UNICEF Ecuador apoya al gobierno nacional, los gobiernos
locales y la comunidad con las siguientes estrategias, con el fin de prevenir
la malnutrición.
- Articulación y
coordinación territorial a través de mesas interinstitucionales.
- Fortalecimiento de
la alianza del sector público y comunitario para mejorar la calidad y sostenibilidad de agua potable.
- Implementación de
Centros Interculturales para la Promoción de la Salud y Nutrición.
- Capacitación a los
equipos de salud y servicios sociales.
- Generación de
evidencias.
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